RaqueLíquida

El mundo líquido… desde mis zapatos

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La cata por parejas, ese encuentro hipster (que me encanta)

Cada vez estoy más convencida de que la cata por parejas que organiza la tienda de vinos Vila Viniteca se está convirtiendo en un encuentro de culto y, ¿por qué no? algo hipster, lleno de fanáticos, expertos y gafotas que deslizan diariamente grados por su insigne gaznate. Las plazas se agotan en horas, la gente acude para ver si hay bajas y que les dejen pasar, los vinos cobran un inusual protagonismo… y eso me encanta.
El genio de Quim Vila está consiguiendo que hasta los más enófobos se interesen por el juego del vino, ese adivinar, ese frustrarse por cagarla, ese aprovechar y sacar pecho cuando aciertas… Hoy hemos ensayado unos cuantos plumillas con algunos vinos que Quim nos ha puesto a ciegas (un juego que se trae cada año con la prensa, en un intento simpático de que no se nos suban los humos, porque cualquiera puede equivocarse) y la verdad es que es excitante comentar con otros el procedimiento de adivinar detalles sobre un vino. Yo suelo hacerlo por eliminación. Mi cultura vinícola no es todo lo extensa que podría desear pero hago lo que puedo, y con un poco de nariz y algo de memoria, además de papilas gustativas y, por qué no, imaginación, ensayo y me divierto adivinando. Hoy nos ha tocado champagne para empezar, grüner vetliner austriaco para seguir, chardonnay australiano, La Bota de Palo Cortado de Equipo Navazos (una selección de las bodegas La Guita, de Sanlúcar de Barrameda), La Faraona de Álvaro Palacios (que este año se incorpora al jurado), Emeritvs del Marqués de Griñón y un «seudo tokaj» de Sudáfrica, del que daré el nombre en cuanto lo tenga. Casi ná. Adivinen, si son ustedes valientes 🙂
Este año el encuentro es en Barcelona

Parte del jurado de este año, Fernando Gurucharri, Siscu Martí, Xandra Falcó, Álvaro Palacios y Quim Vila

Parte del jurado de este año, Fernando Gurucharri, Siscu Martí, Xandra Falcó, Álvaro Palacios y Quim Vila

, y los premios para repartir, de 30.000 euros. Eso, los vinos tan raros y excitantes, y el placer de jugar, justifican el éxito creciente de este concurso. ¡No os lo perdáis!

*Ah, y entre los bebedores, he conocido a un periodista que admiro y que os animo a escuchar cada fin de semana: Carlos Santos, conocido en Twitter (lleva un añito justo en la red) como @lalibretacolora porque lleva siempre un cuaderno rojo.

Sherrymaster: getting to love sherry

En un ejercicio de no movilidad geográfica pero sí lingüística, y dado que este es mi blog y hago lo que quiero, me permito publicar un post en inglés, versión de un artículo que he publicado en Sobremesa en lengua española. El Sherrymaster fue toda una experiencia, y este texto no es más que un ejercicio de escritura, sin pretensiones. Pero como, gracias a la colaboración de Paul Wagner y su esposa, que me echaron una mano con la edición, ha quedado un texto «mu potito» lo coloco aquí.

I hope you like it!

Last September 5th and 6th, González Byass in Jerez, better known as Tío Pepe, conducted the first professional encounter about sherry wines, Sherrymaster, which brought together sommeliers and wine writers in the city.

For two full days, and with the winemaker from the winery, Antonio Flores, leading the group, this event was dedicated to developing a deeper knowledge of sherry wines, starting with the vineyard and ending with sweet wines. The lessons were based on specific tastings, with the participation, besides Flores and his cellar team, of the Celler de Can Roca sommelier, Josep Roca, and Sarah Jane Evans MW, as guests of honor.

The Sherrymaster started up at a sherry vineyard, La Canariera estate, where Antonio Flores and the vineyard manager, Salvador Guimera, explained the particularities of the albariza soils and the palomino grape, predominant in the region. They also showed those attending how the “aserpia” is done. This is a field labor that consists in digging holes by the vineyard to help retain water and control erosion. They also explained the “soleado,” the spreading out of the palomino and px grapes to expose them to the sun, so they can be used to make sweet wines.

This was followed by a visit to the archive that Gonzalez Byass has been organizing for years, cataloguing pictures, labels and internal winery documents to show to the public that visit the facilities. Among them you can find, for example, a handwritten letter showing when, for the first time, a “very very pale” wine is referred to. Eleven years later, this wine would be known as “Fino Tío Pepe.”

Tasting sessions started with the so-called “Cata en uve” (V-tasting), so named  because of the shape formed by the arrangement of the glasses. This demonstrated, at a single glance, how from only one young wine, called “mosto” in Sherryland, different types of sherry are created, using biologic aging, oxidative aging, or a combination of both.

Josep Roca and the impossible sherries

One of the most intense moments at the Sherrymaster was the contribution of Josep Roca, who offered a wine tasting whose name, “Fundational wines, Sherry to the limit,” alluded to some non-commercial sherries (except the Palo Cortado ’82) with ages starting at 30 years old: amontillado Del Duque 1/4, solera Cuatro Palmas 1/6, solera Parte Arroyo 1ª, solera Alfonso 1/6, solera 3 Estrellas, solera Oloroso 5 estrellas, Palo Cortado 1982, solera Tres Cortados, solera Cuatro Cortados and the very old Trafalgar, the oldest wine of the tasting, a really special and overwhelming palomino with 21.95 ABV and more than 178 years old. This was a unique moment for the old winery’s jewels to shine, accompanied by the poetry of Josep Roca. The Girona sommelier is in love with these wines, and they were received with intense emotion by the majority of the people in the room. Most of them were speechless before the intensity, saltiness and power of these wines, impossible sherries one simply had to fall in love with.

Sherry with British eyes

After a visit to the bodega and some tastings of the Tío Pepe and Tío Pepe en Rama soleras, and having learned more about the cellar language used for sherry, the tasting journey had Sarah Jane Evans MW as its main star. She is a sherry expert, and shared the stage with Antonio Flores and José Alberto Casas (manager of the winery’s research and development center, CIDIMA). The three of them commented on the particularities of biologic and oxidative aging, as illustrated with some González Byass wines. As a scoop, attendees could taste the mosto 2013, just vinified (harvest ended just days ago in the major part of the region). They also learned about the selection rules for the soleras used to make Finos Palmas, a limited edition of finos whose yeasts reach the maximum age. The climax of this series is the so-called Cuatro Palmas, a 47-year-old wine that, because of the complete disappearance of the velo de flor, can be considered an amontillado.

The last of the Sherrymaster tastings had sweet wines as the stars of the show, a “sweet goodbye” in which Antonio Flores and Sarah Jane Evans MW showed two of the most-known sweet wines of the house, Néctar and Noé (vinified with pedro ximénez from Chipiona, Cádiz) and where they asked for participation from the attendees to choose between two samples of Dulce Esteve, from the ’85 and ’86 vintages. This wine has the particularity of having the palomino fino, vinified as a sweet wine, as its raw material, so it raised some discussion among the audience, who expressed preferences for one vintage or the other. The debate was followed by a PX Viejísimo (VORS) and a Moscatel Viejísimo (VORS).

The Sherrymaster experience is an encounter well worth repeating to encourage wine professionals to know and love sherry. These wines are appreciated internationally and rightly considered among the best wines of the world for their unique and inimitable character.

Ciegos, one of the streets  in Tio Pepe's winery in Jerez

Ciegos, one of the streets in Tio Pepe’s winery in Jerez

Álvaro Palacios, a escena

Esta semana he podido ver en escena a Álvaro Palacios y comprobar la distancia que marca respecto a otros enólogos y bodegueros en España. Su vocación es la de los grandes vinos, esos vinos míticos (L’Ermita, Finca Dofí, La Faraona, Moncerbal, Las Lamas) que cuando los pruebas no se olvidan, sin nada que envidiar a otros que llevan los envidiados apellidos de Grand Cru. Álvaro es un Grand Cru del vino español, al que creo que hay que estar agradecidos, no solo por cómo elabora vino, sino por cómo lo entiende. Aquí os muestro algunos momentos de una cata que impartió para 230 restauradores y sumilleres en Madrid y a la que yo pude colarme y tomar estas imágenes desde la primera fila. Creo que sus expresiones muestran la capacidad de este riojano para hacer grande el vino español. Ojo, no digo que sea el único, pero sí es uno de los imprescindibles. 

En las imágenes aparece también su sobrino, Ricardo Pérez, creador de vinos en Bierzo y cuyo talento está detrás de joyas de finca como los tintos Las Lamas, Moncerbal o el grandioso La Faraona. Ambos forman un tándem genial en el Bierzo. A Ricardo, más joven, no hay que perderle de vista, y comenzar por probar sus Pétalos del Bierzo para empezar a entenderle.

Álvaro Palacios muestra en sus mil caras la pasión por el vino que ha hecho de él un enólogo diferente

Álvaro Palacios muestra en sus mil caras la pasión por el vino que ha hecho de él un enólogo diferente

Blogueros entusiastas

La semana pasada tuve la oportunidad de juntarme con un grupo de gastro y vinoblogueros de muy distinto pelaje para catar todos juntos los vinos de una bodega de Rioja, y la verdad es que la experiencia, pese a la disparidad de procedencias y criterios, fue muy agradable.

Me encanta cómo el vino suele unir a la gente, cómo puede ser el centro de una conversación entre desconocidos al principio y tornarse en el acompañante de una charla de amigos. No sé, me alegra pensar que el consumo de vinos en este país tiene todavía un puntito de esperanza.

Hace unos días esta situación de cercanía ocurrió en Madrid durante la cata a la que convocó Bodegas Berceo (de Haro, en plena Rioja Alta, cuna de vinos clásicos de esos que no están nunca de moda, pero tampoco pasan) y a la que acudieron blogueros gastronómicos entusiastas que enarbolan eso de “yo no entiendo de vino, pero me gusta (pues claro, hombre, ¡a divertirse!), blogueros más entendidos (algún sumiller con el prurito escritor, algún catador experto metido a “eso de las redes sociales y los blogs”, algún geek al que le gusta el vino “cada vez más” y hasta una bloguera de moda que se atrevió a mojarse y acudir a la llamada del vino. Porque el vino también tiene su glamour, oye, y aprender un poquito a mirarlo, olerlo y apreciar sabores da un puntito de distinción que no sobra en cualquier encuentro social. Y porque además, lo quieran o no ministerios talibanes, es cultura. Con alcohol, sí, pero cultura. Todos estos personajes, entre los que me cuento, claro, pasamos un buen rato discutiendo, charlando con el de al lado, sorprendiéndonos ante el degüelle que hizo Víctor, sumiller de Vadebaco, de un vino del 85… pero sobre todo, charlando, conociéndonos, intercambiando ideas. No importaba quien no supiera lo que era una barrica de roble Allier, o la filoxera… ni siquiera dónde está Haro o para qué sirve un corcho tecnológico que no es naturar; lo que nos unió fue el vino, durante un ratito en el que, quien más, quien menos, disfrutó con su copa delante.

Después de la cata fueron muchos los que agradecimos al convocante la experiencia, y me atrevo a pensar que no fue solo un cumplido. Creo que pasaron un buen rato, como yo, charlando entusiasmados con una copa en la mano, aunque muchos no tuvieran claro cómo hacer ni qué es una nota de cata.

Ni falta que hace.

Cata Bodegas Berceo en Vadebaco, 6 de febrero de 2013

Aquí todavía están serios escuchando al dueño de la bodega, Primitivo Gurpegui, pero luego se animaron

¿No querías cata? pues toma unas cuantas en el aniversario de LaTintorería

Hace ya tres años que un trío de locos del vino, César, Nacho y Flequi, decidieron abrir en Madrid una pequeña tienda de vinos en el local de una antigua tintorería. Esa vieja actividad del local le vino al pelo a la nueva vinoteca, y desde que se abrió, LaTintorería ha sido para mí uno de los rincones donde, de verdad, no solo comprar vino, sino aprender de él.

Esta semana hace tres años que empezó a andar el concepto de LaTintorería, y desde entonces a la primera tienda de la calle Marqués de Zafra le han salido una hermana en Gurtubay (Barrio de Salamanca) y un club de vinos. Los locos Tintoreros no paran de crecer, porque no solo se creen su concepto, sino que saben contarlo y acercarlo al público. Me encanta esa idea que me transmitió Flequi durante una entrevista, en la que me dijo que ellos tenían en su tienda «vinos culturales». Es cierto, los vinos de LaTintorería son para aprender, para dejarse llevar por sabores nuevos, para romper esquemas, y para disfrutar.

En una antigua bodega… LaTintorería celebra su III Aniversario

Así que, a todos aquellos que me preguntáis dónde catar, cómo aprender más sobre vino, os recomiendo, esta semana, conocer el concepto Tintorero de manos de sus autores y los de los vinos que se venden en sus tiendas. El próximo viernes, en una antigua bodega de Madrid (la más antigua, creo, bodega subterránea en el centro de la capital) habrá una celebración de aniversario en la que bodegueros y vinos ligados a LaTintorería estarán a disposición de los aficionados. ¿No queréis catar? pues aquí hay una buena oportunidad.

Para abrir boca, y para los que ya estén algo iniciados en el vino, os comento que estará el esquivo Raúl Pérez, el encantador Marc Isart (de Bernabeleva) o mi querido amigo Javier Castro con sus Ziries y Navalegua. Por 30 eurillos, vinos complicados de encontrar, marcas desconocidas para el gran público y uvas poco habituales esperan en las copas. ¡No os lo perdáis!

Yo ya lo tengo apuntado en la agenda. ¡Felicidades, Tintoreros!

Aperitivo para sedientos de Enofusión: retazos de una cata

Ayer Madrid Fusión y Enofusión cerraron sus puertas hasta el año que viene. Antes de postear mis impresiones sobre algunos, no todos, los episodios y catas por las que me pasé, a los aficionados, o no tanto, al vino les dejo un pequeño aperitivo: un vídeo que grabé durante una cata de vinos de Jerez. Se ve a (Don, que el tío es un genio) Antonio Flores, enólogo de las bodegas González Byass (o Tío Pepe para los amigos) explicando, casi recitando, cómo son algunos de estos vinos, que para mí, siempre lo digo, son como magia. Espero que disfrutéis con un retazo delicioso del mundo del vino.

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